Las Tendencias Informáticas y las Incumbencias Profesionales de las Ciencias Económicas – Trabajo presentado en las Jornadas DUTI 2008 por Werner von Bischhoffhausen

Las Tendencias Informáticas y las Incumbencias Profesionales de las Ciencias Económicas – Trabajo presentado en las Jornadas DUTI 2008 por Werner von Bischhoffhausen . Licenciado en Sistemas de Información y Control de Gestión. Universidad de Chile. Contador Auditor – El explosivo desarrollo de la tecnología de la información durante la segunda mitad del siglo XX y, en especial, su aceleración durante los últimos dos decenios plantean dos grandes interrogantes desde el punto de vista de la formación de los profesionales de las Ciencias Económicas. La primera se refiere a la preparación en tecnología de la información que requiere el profesional para poder satisfacer las exigencias creadas por los cambios generados en su ámbito de trabajo. La segunda, en algún grado relacionado con la anterior, pero sólo indirectamente, a la conveniencia de la utilización de TI en la enseñanza de sus diversas áreas disciplinares. En este trabajo se aborda principalmente el primero de estos aspectos, comenzando por un análisis de las diversas formas en que incide el desarrollo de la tecnología de la información en el trabajo contable: planteando simultáneamente soluciones a problemas existentes, nuevas oportunidades y desafíos, pero también nuevos problemas y requerimientos crecientes de conocimiento especializado. Con el objetivo de determinar el impacto del desarrollo de la tecnología de la información en los requerimientos del profesional de la contabilidad, se analizaron publicaciones de organismos gremiales técnicos, académicos y profesionales del área, complementados con la propia experiencia profesional y académica. En primer lugar me referiré a la “nueva economía”, basada en Internet, que forma parte del entorno natural para la actividad del profesional al llegar al siglo XXI. La segunda parte veremos los impactos originados por el desarrollo de la tecnología de la información, que modifican aspectos importantes de la actividad del profesional, reduciendo la importancia relativa de algunas actividades, pero ofreciendo a la vez oportunidades para prestar nuevos servicios. Para encarar las necesidades específicas de nuevos conocimientos en la formación de los profesionales, nos referimos fundamentalmente a la guía N° 11 de la IFAC (International Federation of Accountants), que plantea requerimientos mínimos de tecnología de la información para los profesionales (IFAC 1999), y a las recomendaciones de AICPA (American Institute of Chartered Public Accountants), que propone una estrategia para la implementación de las medidas que permitan enfrentar con éxito los tres importantes desafíos que enfrenta la profesión y, en consecuencia, la educación del profesional, respecto a la tecnología de la información (AICPA 1996): • La TI afecta el modo de operar de las organizaciones. • La TI está cambiando la naturaleza y la economía de la actividad contable. • La TI está modificando el ambiente competitivo en que participan los profesionales. El análisis realizado nos permite anticipar algunas conclusiones básicas en la última parte del trabajo. La primera es que los cambios en la estructura y en el funcionamiento de las organizaciones afectan a la contabilidad y originan amenazas y oportunidades para el profesional. La segunda, que para poder enfrentar estos desafíos y tener éxito, el profesional requiere de una formación adecuada en materias de tecnología de la información. La tercera, que se requiere un apoyo decidido de las universidades, tanto para proporcionar la formación requerida en las carreras de pregrado, como para un mayor desarrollo de la educación continua. Por último, que somos los académicos los que tenemos la responsabilidad de estudiar, planificar y llevar a cabo los cambios necesarios. En el anexo se incluyen los requerimientos curriculares que establece IFAC en la guía 11 (IFAC 1999). La nueva economía: “e-business” A partir de la creación de www (World Wide Web), momento que algunos consideran un “Big-Bang” digital, el ciberuniverso se ha estado expandiendo a un ritmo explosivo. Hace ya dos años, Andy Grove, presidente de Intel, dijo que en 2004 todas las empresas accederían a Internet. ¿Un nuevo ejemplo de la acostumbrada arrogancia y exageración de la industria de tecnología de la información o un pronóstico que debió ser tomado en serio? La nueva economía ha sido publicitada en exceso, por una parte, y subestimada, por otra. Se dice que Internet es el invento que logrará las mayores transformaciones en la historia de la humanidad. Tiene capacidad para cambiarlo casi todo, no sólo la comunicación: nuestra forma de trabajar, nuestra forma de aprender, nuestra forma de entretenernos. Y lo está haciendo a mayor velocidad que cualquiera de las grandes transformaciones de los últimos siglos: el ferrocarril, la electricidad, el automóvil, el teléfono o la televisión. Realmente, se trata de una revolución, basada en un sistema interactivo de la tecnología y el conocimiento, que se retroalimenta en forma continua. Más allá de lo más visible, el lado práctico del correo electrónico, el lado glamoroso de las compras o el menos glamoroso de la alta oferta y demanda de pornografía, está sucediendo algo mucho más importante: “e-business”. Grove (1999) explica el poder de la nueva economía diciendo que quienes están en ella incrementan el valor de los flujos futuros por dos vías: llegando a clientes que no se habían alcanzado antes e introduciendo factores de eficiencia operacional que no se podían tener antes. El impacto de la nueva economía se hace sentir de múltiples formas en las diversas facetas de la profesión contable. Algunas empresas usan Internet para establecer contacto directo con sus clientes por primera vez. Otras, utilizan conexiones seguras para intensificar las relaciones con sus contrapartes comerciales. Cada vez más son las que usan el alcance y la ubicuidad que otorga la red para comprar y vender bienes y servicios a través de remates electrónicos. Nuevas empresas y modelos comerciales emergen en los sectores más impensados de la actividad económica. A través de la red no sólo se compra y se vende: también se otorgan créditos, se pagan impuestos, y un etcétera cada vez más amplio. La red es atractiva para los compradores porque convierte al mercado de cualquier cosa en un mercado tan eficiente como el más eficiente de todos, “el mercado bursátil”. También es atractivo para los vendedores, porque trae el mismo tipo de eficiencia a las operaciones ancestrales de las empresas. Como la empresa es el hábitat natural del profesional y su actividad económica el objeto de su trabajo, es sólo natural que cambios trascendentales en la actividad afecten significativamente el trabajo del profesional en Cs, Económicas. Entre las características de la nueva economía podemos señalar que es global y globalizadora, que genera incrementos significativos en la productividad, que obliga a modificaciones en los procesos y en la estructura organizativa de las empresas y, por último, elementos distintivos de la competencia. La nueva economía se distingue por su capacidad de funcionar a escala planetaria en tiempo real. Diversos mercados muestran distintos grados de globalización: los mercados financieros funcionan en forma global y actúan las veinticuatro horas del día; en el mercado del trabajo, la globalización es una realidad sólo para una reducida élite, por ahora; los mercados de bienes y servicios se globalizan cada vez más y los procesos de producción y distribución también se encuentran globalizados en los segmentos dominantes. Entre globalización y productividad existe una fuerte correlación: la búsqueda de la competitividad, dota al sistema de un alcance mundial, pero este mismo alcance induce aumentos en la productividad. A pesar de las limitaciones estadísticas en la medición de la nueva economía, a partir de 1990 se pueden comenzar a distinguir incrementos en la productividad en los países líderes y en los sectores más característicos de la nueva era informática. La competencia se basa en cuatro elementos: capacidad tecnológica, representada por la retroalimentación mutua de ciencia, tecnología, industria y sociedad; el acceso a mercados grandes, ricos e integrados; diferencias de costos de producción y precios en los mercados de destino, y, por último, capacidad política para encauzar las estrategias de crecimiento. Los negocios de Internet, en la medida que crecen y maduran, se tienen que preocupar igual que los tradicionales, de sus operaciones internas y de su estructura. Efectos en la profesión El impacto de la nueva economía se hace sentir de múltiples formas en las diversas facetas de la profesión. Algunos aspectos representan problemas o amenazas, otros presentan nuevas oportunidades. El CICA (Canadian Institute of Chartered Accountants) identifica los siguientes aspectos del entorno general que imponen desafíos de cambio respecto a la profesión (CICA 1996): 1. Un mercado especializado que requiere experticia especializada. 2. Negocios globalizados que operan mercados mundiales. 3. La tecnología de la información. 4. Un mercado estancado para la auditoría de estados financieros, con reducción de puestos de trabajo por avances en la tecnología para auditoría. 5. La necesidad de evaluación de desempeño con indicadores más allá de los financieros. 6. Gobierno y control corporativos. 7. Capacidad de cambio: la adaptabilidad y la velocidad del cambio son factores críticos de éxito. A pesar de que la tecnología de la información figura sólo como un punto entre siete, es evidente que está directa o indirectamente relacionada con todos los demás, ya sea como causa o parte del problema o como parte de la solución. La contabilidad y los administradores Debido a la expansión de la oferta de información, la “contabilidad” se ve cada vez más como un subconjunto pequeño de información disponible para gerentes e inversionistas (Nelson 1998). Muchas tareas tradicionales de los departamentos de contabilidad se han automatizado. Profesionales administrativos se convierten en miembros que agregan valor a equipos de tomadores de decisiones de la gestión estratégica, involucrándose activamente en la tarea de mejorar la eficacia y eficiencia de la organización en un mundo cada vez más competitivo. El impacto de la tecnología de la información a través de sus sistemas inteligentes, de la inteligencia artificial y de las telecomunicaciones modifica el control interno hacia una integración descentralizada, con amplia delegación de poder de decisión a través de equipos interdisciplinarios. En este contexto, la contabilidad no sólo debe ser capaz de relacionar causas y efectos, sino de combinar diversas causas y relacionar múltiples efectos, a partir de las bondades del manejo informativo, para poder llegar a una toma de decisión satisfactoria. Hoy los Sistemas de Información basados en Internet están desarrollando la web semántica, con “Semantic Languaje” SL, a partir de lenguajes como el XML y CSS, apuntando a la relación de contenidos para lograr la búsqueda por significado y no por imágenes, en ello se encuentra trabajando la “Word Wide Web Consorium W3C con la idea de armar una red de “metadatos” para en esa gran maraña de relaciones uno pueda encontrar hasta la más mínima información de interés. Es imperativo que los profesionales administrativos pasen del mero registro, cálculo y análisis hacia el diseño y la implementación de sistemas de información, que aprovechen los avances de la WWW, adquiriendo habilidades en administración del cambio y gestión de recursos. En la medida en que evolucionen los Sistemas de Información, se requerirán menos profesionales administrativos. Los sobrevivientes requerirán amplias capacidades de gestión estratégica, no sólo habilidades contables o meramente administrativas. Los estados financieros en Internet Colocar los estados financieros en Internet se está convirtiendo en una práctica habitual para las grandes empresas. Ideas tradicionales respecto a su forma, contenido y propósito están sometidas a un análisis crítico. Muchas personas están de acuerdo en que el tradicional informe anual está obsoleto y la mayoría cree que la nueva economía es la causa principal de ello. Para consultores financieros basados en Internet, los estados financieros tradicionales se entregan con semanas y meses de atraso y no mucha gente los lee. Por otra parte, Internet está facilitando e incluso generando una cantidad de novedades en la comunicación de información financiera. En Chile, los estados financieros trimestrales de las empresas que se transan en las bolsas comerciales se pueden consultar en la página web de la Superintendencia de Valores y Seguros. El énfasis de los informes financieros del siglo XXI estará en satisfacer las necesidades del mercado. Analistas e inversionistas recibirán información en formatos electrónicos estandarizados, permitiendo su traspaso a planillas electrónicas y a otras herramientas de análisis. La globalización probablemente acabará por obligar a una armonización de la información contable, mayor de la que muchos escépticos consideran posible actualmente. ¿Representará Internet el fin de los balances impresos? Lo más probable es que no, pero con toda seguridad su uso será mucho menor que el actual. La profesión debe enfrentar los riesgos que trae consigo la publicación de informes financieros en la red: dificultad para detectar errores cuando los informes están basados en registros magnéticos, riesgo de alteraciones involuntarias de los datos, vulnerabilidad de los sitios de la red a “hackers”. La auditoría de estados financieros La tasa de crecimiento de la nueva economía determinará cambios importantes en el énfasis y en los requerimientos de la auditoría de estados financieros. La auditoría externa deberá enfocar cada vez más una comprensión global de la organización, la importancia de la nueva economía en el negocio, el entorno institucional y comercial y su perfil de riesgo, dando la debida importancia al riesgo tecnológico. En muchos países, las exigencias de auditoría externa de los estados financieros tienden a reducirse. Información disponible en tiempo real respecto al desempeño de las empresas lleva a los usuarios a cuestionar el valor de los informes de auditoría. Las presiones competitivas obligan a trabajar con márgenes de rentabilidad más estrechos. Clientes globales esperan calidad globalmente consistente. Tratando de potenciar su propuesta de valor para el cliente, la auditoría externa se está convirtiendo en un proceso continuo más que cíclico y probablemente los informes de auditoría se referirán más a la confiabilidad de los procesos de una organización que a sus valores contables. Actualmente, los computadores hacen buena parte del trabajo que realizaban antes los ayudantes de auditoría. Para las empresas auditoras, la auditoría de estados financieros se ha convertido en una herramienta de apertura para otras asesorías más lucrativas, dejando de ser el negocio central. También se presentan nuevas oportunidades La nueva economía no sólo representa amenazas y problemas. La concentración en los problemas que trae consigo impide a muchos apreciar el riesgo que significa no embarcarse en ella. El profesional puede ayudar a sus clientes a crear oportunidades en este ambiente y cosechar los beneficios de soluciones digitales. Soluciones de negocios con aplicabilidad global Si bien en distintos momentos del tiempo, los negocios en todo el mundo tendrán que adoptar ciertos aspectos comunes del comercio electrónico y de la nueva economía, como las relaciones de la cadena de valor y procesos comerciales integrados. Los productos que desarrollen los profesionales deberían enfocar los requerimientos claves de los negocios en dicho contexto, considerando especialmente la capacidad respecto al comercio electrónico, la reingeniería de procesos y sistemas para dar un servicio al cliente que sea personalizado, integrado y en tiempo real, y la generación de relaciones externalizadas en una cadena de valor integrada, ERP, SCM, CRM, KM Y BI, son solo algunas de las denominaciones del software integral de Gestión que luego veremos en detalle. Servicios de aseguramiento Los servicios de aseguramiento tienen el propósito de mejorar la calidad de la información o su contexto para la toma de decisiones. Incluyen las funciones tradicionales de auditoría y otros aspectos de gestión de riesgos y de apoyo a transacciones. Las empresas de auditoría y de servicios de contabilidad, en general, ya cuentan con algunos de los requisitos básicos para tener éxito en este campo: reputación de independencia, acceso a clientes, control de calidad. Entre las posibilidades, podemos destacar: Aseguramiento del comercio electrónico. La baja confianza de los consumidores para comprar en Internet es un freno para el desarrollo de los negocios. Dar seguridad a los consumidores de que se ha hecho una evaluación independiente de las prácticas y sistemas de un sitio representa un importante valor agregado. Verificación de seguridad de acceso. El grado de exposición potencial al riesgo de accesos indebidos a los sistemas se incrementa junto con la mayor complejidad y autonomía de los componentes de los sistemas. Es necesario formular políticas que definan cómo y cuándo deben entrar y salir mensajes y datos a través de la red, lo que usualmente requerirá la utilización de software de seguridad (firewalls, routers). El profesional puede identificar la vulnerabilidad y a minimizar los accesos no autorizados a su sistema. Verificación de audiencia y contactos de publicidad. Los gastos e ingresos por publicidad en línea sólo seguirán aumentando si los avisadores tienen la seguridad de que están invirtiendo sabiamente su dinero. En la medida en que la cantidad de contactos se convierte en una base de valuación de la publicidad en los contratos entre sitios y avisadores, aumenta la demanda por un servicio de verificación independiente. Ingeniería de seguridad y control. Un marco legal atrasado respecto a la realidad, el uso de contratistas, el desarrollo de aplicaciones con capacidades de procesamiento descentralizadas y el permanente aumento de los puntos de acceso externos pueden combinarse en una pesadilla de seguridad y control. El profesional debería ofrecer soluciones para proteger adecuadamente operaciones y activos digitales, más allá de la inversión en medidas tecnológicas. Servicios de consultoría La nueva economía involucra cambios en todos los niveles de la organización. Se presentan oportunidades de consultoría en diversos aspectos: Transformación del negocio. El desarrollo de proyectos de transformación de un negocio tradicional a un negocio digital se convierte en un servicio esencial. Planificación estratégica. El profesional puede aportar experticia al equipo directivo del cliente en el desarrollo y análisis crítico de estrategia, en la planificación de negocios, en el modelado financiero, en la selección de sistemas y proveedores de servicios de Internet apropiados, en la administración del riesgo estratégico, etc. Tecnología de la información. La nueva economía requiere expertos para apoyar a las empresas en la elección e implementación de tecnología. Externalización de procesos de negocios. Oficinas de contabilidad o auditoría pueden hacerse cargo de procesos de negocios completos que a sus clientes convenga externalizar, por ejemplo logística. Necesidades de formación Dentro de un mundo de incertidumbre creciente debido al proceso para adaptarse a una realidad cambiante de gran diversidad, donde es cada vez menos eficaz la acción de los gobiernos para control del nivel monetario, fiscal y tributario, con cambios abruptos en las políticas comerciales y competencia doméstica y global cada vez más intensa, los sistemas de información se convierten en un elemento clave para manejar estratégica y operativamente los factores competitivos, sin olvidar que es el individuo quien transforma la información en conocimiento. Toda nuestra sociedad está envuelta en sistemas de información. El sistema de información de una empresa es mucho más que un sistema computacional: es un sistema nervioso a escala mundial. La contabilidad se está convirtiendo en una parte cada vez menor de este sistema global. La información histórica basada en transacciones valorizadas pierde importancia relativa, mientras crece la preferencia por información no financiera orientada al futuro. En un mundo así, la ventaja competitiva de un profesional con formación orientada a sistemas de información de negocios es obvia. Muchas de las capacidades básicas requeridas de los profesionales siguen y seguirán siendo las mismas de antes: atributos personales, como buen criterio, ética, compromiso, creatividad, expresión oral y escrita, liderazgo, trabajo en equipo, y conocimientos y experticia profesionales, como visión de conjunto, administración de riesgo, finanzas, costos, tributación, control interno, etc. Sin embargo, es notorio que para mantener su posición en el mercado de la nueva economía el profesional requerirá un conjunto de habilidades mucho más amplio. En todos los perfiles del profesional, la capacidad de diseñar, procesar y presentar la información orientada a satisfacer la necesidad de los diferentes usuarios, ocupa un lugar destacado. Esta habilidad es actualmente inseparable de conocimientos mucho más que superficiales en el campo de la tecnología de la información, definida como “el conjunto de productos de hardware y software, los procesos de administración y operación de sistemas de información y las habilidades requeridas para aplicar estos productos y procesos a la generación de información y al desarrollo, administración y control de sistemas de información” (IFAC 1999). Todo lo expuesto hasta ahora ha estado siendo asumido por los organismos gremiales en todo el mundo durante la última década. El producto de algunos de estos análisis respecto a la formación del profesional se analizará en los puntos siguientes. Requerimientos educacionales Es evidente que el adecuado enfrentamiento de las amenazas y el aprovechamiento de las oportunidades planteadas por la nueva economía exigen del profesional un conocimiento bastante amplio en diversos aspectos de las tecnologías fundamentales de la revolución digital. En los países donde los profesionales públicos son certificados por los organismos gremiales, los exámenes incorporan la verificación de competencia en tecnología de la información considerando los programas y aplicaciones más recientes y, a menudo, de desarrollar cursos de actualización y entrenamiento en la materia. Está claro que la tecnología de la información se debe considerar como una materia central (y no accesoria o complementaria) en la formación del profesional. IFAC (International Federation of Accountants) emitió una guía respecto a los requerimientos de tecnología de la información que debería cubrir el currículum profesional del profesional en 1995, la guía que se actualizó en 1998 (IFAC 1999) y que clasifica las necesidades en cinco áreas, distinguiendo entre los requerimientos generales (conceptos de tecnología de la información para sistemas de negocios y el control interno en sistemas basados en la computación), los conocimientos necesarios como usuario y los conocimientos necesarios para desempeñar adecuadamente el papel del profesional en tres de sus funciones profesionales esenciales en la nueva economía: como administrador de sistemas de información, como diseñador de sistemas de negocios y como evaluador de sistemas de información. Debe notarse que califica las áreas de conceptos generales y de usuario como requerimientos indispensables para todos los profesionales, quienes además deberían tener un completo dominio de, a lo menos, una de las áreas correspondientes a su papel específico como administrador, diseñador o evaluador de sistemas de información. Así, el profesional orientado a la contabilidad administrativa tendría que cumplir con los requerimientos dirigidos a conceptos, al usuario, a la administración y al diseño de sistemas. Un profesional orientado a la auditoría debería cumplir con los requerimientos orientados a conceptos de tecnología de la información para sistemas de negocios, al usuario de tecnología y al evaluador de sistemas. En el documento de IFAC se establece la necesidad de adquirir conocimiento práctico y teórico, tanto antes como después de la certificación, pero establece una pauta detallada sólo para la formación profesional básica. Bajo la clasificación de conceptos de tecnología de la información para sistemas de negocios se incluyen materias conceptuales fundamentales, respecto a teoría de sistemas, uso administrativo de la información, hardware, software de sistemas, estrategia de aplicaciones, organización de datos, redes, transferencia electrónica de datos y procesamiento de transacciones en aplicaciones típicas de contabilidad. Un mayor detalle de la pauta se puede ver en el anexo. En los temas relacionados con el control interno en sistemas computacionales se consideran los objetivos del control, el marco y el ambiente de control, la evaluación del riesgo, procedimientos de control y monitoreo de cumplimiento. El currículum para responder a los requerimientos como usuario de tecnología de la información contempla principalmente experiencia con aplicaciones comerciales y contables y software. Las materias para responder a las necesidades de conocimientos del profesional en su papel de administrador de sistemas de información se clasifican en áreas de consideraciones estratégicas en el desarrollo de sistemas de información, aspectos administrativos, control financiero de tecnología de la información, seguridad, respaldo y recuperación, aspectos operacionales, administración de compra, desarrollo e implementación de sistemas, administración de mantenimiento y cambio de sistemas y administración de computación de usuario. Se considera que, para poder desempeñar su rol de diseñador de sistemas de negocios, el profesional debe estudiar específicamente el papel de la información en el diseño y comportamiento organizacional, análisis y técnicas de diseño de sistemas, adquisición de sistemas, desarrollo de fases, tareas y prácticas del ciclo de vida de desarrollo y control sobre procesos de desarrollo de sistemas. Por último, como evaluador de sistemas de información, el profesional debería recibir preparación en materia de estándares de control (legales, éticos, de auditoría y de sistemas de información), objetos de evaluación, evaluación de métodos y prácticas, comunicación de resultados de evaluación, seguimiento, evaluaciones específicas y técnicas de auditoría asistidas por computador (CAATs). (IFAC 1999) Las materias señaladas, expuestas con gran detalle en el documento original, indudablemente cubren las materias claves del conocimiento mínimo necesario para un desempeño profesional cabal del profesional en la nueva economía. En este sentido, más allá de la posible discusión acerca de la inclusión u omisión de alguna materia puntual, la propuesta de IFAC representa un objetivo que debería ser prioritario en el diseño del currículum de formación de los futuros profesionales y de los cursos de actualización para los actuales. Sin embargo, tener claro el objetivo es sólo el primer paso para poder alcanzarlo. El tema también ha sido abordado en forma amplia por el Grupo Intergubernamental de Trabajo de Expertos en Normas Internacionales de Contabilidad y de Presentación de Informes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Estrategia para lograr la formación requerida Lograr el objetivo de una adecuada formación en tecnología de la información es imperativo para el desarrollo de la profesión. El fracaso significaría una fuerte reducción del campo de trabajo, acompañada de una disminución del estatus profesional, y significaría renunciar al aprovechamiento de las oportunidades de acción que brinda la nueva economía, cediéndolas a otros profesionales, desperdiciando las ventajas competitivas que brindan los aspectos tradicionales de la formación contable y de auditoría. Lograr este objetivo requiere acción estratégica no sólo en la educación de pregrado, sino también en campos como la educación permanente y los campos de certificación y regulación. En los Estados Unidos, una comisión especial de AICPA emitió un informe con el propósito de discutir tópicos respecto a la implementación y a los efectos de la pauta N° 11 de IFAC (versión original, 1995), algunas de cuyas consideraciones y conclusiones son, a nuestro juicio, válidas para nuestro país. En lo que se refiere a la educación universitaria, concluye que la guía N° 11 de IFAC representa un excelente borrador de currículum de tecnología de la información. Plantea que no es necesario para los estudiantes comprender el embrollo de cada nueva tecnología, pero que la comprensión de los conceptos ayuda a los estudiantes a aprender a usar, a evaluar y a controlar la tecnología en forma más efectiva. Sin una comprensión conceptual, puede malentenderse la tecnología y aplicarse en forma ineficiente o inapropiada. Una comprensión conceptual alienta a los estudiantes y profesionales de la contabilidad a concentrarse en la aplicación y el uso de la tecnología para el logro de objetivos de negocios (AICPA 1996). El informe plantea cuatro consideraciones básicas a la hora de formular una estrategia de implementación de una línea educacional ajustada a los requerimientos: • La importancia de reconocer desde el comienzo que los recursos tecnológicos están cambiando continuamente. Esto significa que las escuelas deben enseñar a los estudiantes que será su responsabilidad personal, como profesionales de la contabilidad, mejorar su comprensión de la tecnología y permanecer actualizados respecto a recursos de tecnología de la información a lo largo de su carrera laboral. Debe dejarse establecido claramente que la tecnología de la información utilizada en forma inapropiada no constituye un recurso, sino un riesgo o un problema. El profesional debe controlar a la tecnología, no al revés. • En segundo lugar, debe hacerse todo lo necesario para que los estudiantes comprendan que conocimientos y destrezas de tecnología de la información son esenciales para el profesional de hoy, incluyendo versación en el uso de herramientas como planillas electrónicas, procesadores de texto, presentaciones gráficas, bases de datos, etc., para potenciar la eficacia y eficiencia personal. • Los estudiantes deberían ser alentados a estudiar tecnología de la información enfocándola desde la perspectiva de su utilidad, su aplicación y su impacto. Focalizar la atención del estudiante en el encauzamiento del poder y de la utilización de la tecnología y no considerándola como un fin último. Es muy importante el énfasis que se ponga en la forma en que la tecnología afecta a las organizaciones y en cómo la tecnología puede ayudar a los profesionales a generar y entregar información de mayor valor. Antes de diseñar o implantar un sistema, el estudiante debe comprender el campo y los objetivos del negocio que serán apoyados por el sistema. • Finalmente, debe tratarse de integrar en la mayor medida posible el estudio de la tecnología con el estudio de las diferentes aéreas de la administración y la contabilidad, no tratándolos en ningún caso como disciplinas separadas e independientes. También se plantean algunos aspectos críticos que se deben tener en cuenta en el proceso de integración de la tecnología de la información al currículum: El primero se refiere al apoyo de la Universidad y a la necesidad de discutir y explicar los cambios curriculares y sus impactos con las autoridades superiores. Otro tema lo constituye la participación de todo el cuerpo docente. La importancia y el alcance del tema obligan a la participación, en diferentes grados, de todos los académicos. Un tercer aspecto se refiere al soporte de hardware y software y de asistencia técnica. El informe declara que muchos, si no todos los programas de contabilidad en los Estados Unidos, son deficientes tanto en hardware como en software. También está la imprescindible capacitación de los docentes en teoría y aplicación de tecnología de la información. Los programas existen, tanto en AICPA y otras organizaciones gremiales como en otras entidades públicas y privadas, pero representa un esfuerzo en costos en tiempo y dinero. Todos los puntos anteriores deben reflejarse en un presupuesto adecuado, teniendo en cuenta que el conjunto de recursos financieros y de tiempo requeridos para cubrir las necesidades de programación curricular, adquisición y mantenimiento de hardware y software y la capacitación del cuerpo docente. Finalmente, el efecto de las medidas debe ser evaluado, midiendo los resultados y comparando éstos con los objetivos, en un esquema claro de asignación de responsabilidades (AICPA 1996). Conclusiones El análisis anteriormente expuesto nos permite formular algunas conclusiones básicas de tipo general. Amenazas y oportunidades para el profesional La nueva economía trae consigo cambios trascendentales en la estructura y en el funcionamiento de las organizaciones. Estos cambios afectan en forma particularmente intensa al área de sistemas de información y, por ende, a la contabilidad. La contabilidad no sólo cambia en la forma de procesar y materializar sus registros e informes, también se reduce su importancia relativa como sistema de información. Por otra parte, aparecen nuevas necesidades y requerimientos de las organizaciones para adaptarse al cambio, para satisfacer algunas de las cuales el perfil profesional tradicional del profesional reúne gran parte de los requisitos fundamentales, pero carece de la preparación necesaria en tecnología de la información. Requerimientos de formación Tanto para continuar desempeñándose adecuadamente en la gestión contable tradicional como para estar en condiciones de aprovechar las nuevas oportunidades profesionales que brinda el entorno, el profesional requiere conocimientos y habilidades en el campo de la tecnología de la información que la formación educativa actual, en la mayoría de los casos, no le proporciona. Estos requerimientos se pueden clasificar en educación general, necesaria para el desempeño del profesional en cualquier rol profesional, y educación especializada, para su desempeño en labores específicas como administrador, diseñador o evaluador de sistemas de información. Cómo satisfacer las necesidades de educación No necesariamente deben adquirirse todos los conocimientos de tecnología de la información como parte de la formación de pregrado; la educación continua es particularmente importante en atención a la velocidad del desarrollo tecnológico. Sin embargo, resulta indispensable adecuar los planes de estudio de pregrado a las nuevas exigencias profesionales que debe enfrentar el egresado. Al hacerlo, deben cuidarse especialmente el enfoque de la enseñanza de tecnología de la información, orientándola hacia la utilización de la tecnología y la comprensión de sus efectos en las organizaciones. La responsabilidad del diseño e implantación del cambio curricular recae, en nuestra opinión, fundamentalmente en los académicos y docentes, los que necesitan contar para ello con el apoyo decidido de las respectivas universidades, teniendo en cuenta los elevados costos que implican las adquisiciones y la mantención de hardware y software y la capacitación de los propios docentes. Estimamos imprescindible crear conciencia en torno a las necesidades expuestas e intensificar desde ya la discusión de las medidas necesarias para realizar el cambio en nuestro país en un ambiente de amplia colaboración. No es suficiente que dos o tres universidades actualicen independientemente sus planes de estudio o desarrollen programas específicos. Los académicos de la contabilidad debemos lograr algunos consensos mínimos, trabajo en el cual las pautas de otros organismos gremiales nos pueden servir de gran ayuda, y materializar las transformaciones necesarias para que los profesionales públicos o auditores egresados de cualquiera de nuestras universidades estén en condiciones de afrontar con éxito los desafíos que plantea la nueva economía a nuestra profesión.

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