domingo, 20 de mayo de 2012

Investigadores en Japón rompieron el récord de transmisión de datos en la banda de terahercios, la zona en el extremo más alejado de la banda infrarroja. La velocidad a la que viajan los datos es 20 veces mayor que la más rápida Wi-Fi estándar. La investigación, dada a conocer en la publicación Electronic Letters , contribuye a la idea de que la banda de terahercios podría ofrecer enormes franjas de ancho de banda para la transmisión de datos. El Wi-Fi actual usa la banda de 2,5 GHz. La banda elegida se ubica entre la onda corta y el infrarrojo lejano en el espectro, y no está regulada por los organismos de telecomunicaciones. A pesar de su nombre, la banda usa frecuencias informalmente desde cerca de 300 gigahercios (300 GHz, cerca de 60 veces más alta que el máximo actual estándar inalámbrico) hasta cerca de 3 THz, todavía diez veces más alta. Se usa principalmente para imágenes en investigación, ya que las ondas de terahercios penetran muchos materiales de forma tan efectiva como los rayos X, pero depositan menos energía, y causan menos daño. Más pequeña y menos costosa Hasta muy recientemente, la tecnología requerida para generar y detectar estos "rayos T" ha sido muy voluminosa, ha sido muy costosa o ha consumido demasiada energía como para ofrecer una alternativa plausible para dispositivos internados en teléfonos inteligentes o routers Wi-Fi. Todo eso estaría a punto de cambiar. En noviembre, la fabricante de componentes electrónicos ROHM hizo una demostración de transferencia de datos a 1,5 Gb/s a una frecuencia de 300 GHz. Es posible que el terahercio Wi-Fi sólo funcione en rangos de unos 10 metros, pero podría en teoría soportar tasas de hasta 100 Gb/s, unas 15 veces más alta que la próxima generación de Wi-Fi estándar, la 802.11ac , que está en desarrollo. El nuevo trabajo, realizado por el Instituto de Tecnología de Tokio, mostró una transmisión de 3 Gb/s a 542 GHz. En el corazón del dispositivo de un milímetro cuadrado está lo que se conoce como resonancia del diodo túnel o RTD. Los túneles diodos tienen la característica inusual de que el voltaje que producen puede bajar cuando se incrementa la corriente. Los RTD están diseñados de tal manera que el proceso hace que el diodo "resuene". En el actual diseño eso significa que rocía las ondas en la banda de terahercios. El equipo está trabajando ahora para mejorar su dispositivo de prueba y extender su rango más profundo en el régimen de terahercios, así como incrementar la potencia de salida

viernes, 18 de mayo de 2012

La Red está a reventar de información, pero seguimos sin sacarle todo el partido posible. Los buscadores son todavía herramientas burdas que matan mosquitos a cañonazos. Sin embargo, la Web Semántica podría cambiar las cosas. Cuando uno intenta entender qué es eso de la Web Semántica, un término acuñado por Tim Berners-Lee, uno de los padres de Internet, corre el peligro de perderse en un debate de académicos y visionarios trufado de siglas y estándares. La Web Semántica es una propuesta de futuro, que no existe o que está en pañales, con lo que cuesta mucho identificarla, y sigue circunscrita a entornos de desarrollo de universidades, start-ups e ingenierías muy especializadas. Sin embargo, es una tecnología que, si llega realmente a materializarse, propone una experiencia mucho más rica que la que tiene un internauta hoy en día ante un ordenador. Tim Berners-Lee dirige el W3C, que genera todo tipo de recomendaciones técnicas y sobre estándares para Internet. Para intentar arrojar algo de luz, hemos preguntado a varios expertos en qué consiste esto de la Web Semántica. Lluís Codina, profesor en la Universidad Pompeu Fabra y que ha escrito un libro específico sobre la materia junto a varios autores (Web Semántica y sistemas de información documental), habla de un «conjunto de normas y especificaciones técnicas destinadas a tratar la información, de manera que sea más fácil de interpretar por parte de los programas de ordenador». «Aunque la mayoría de páginas web son generadas a partir de bases de datos donde la información está bien estructurada (por ejemplo, en tablas con filas y columnas), después esta estructura se pierde bajo distintas capas de estilo y formato. Por lo tanto, extraer información de estas páginas e interpretarla automáticamente es difícil. La Web Semántica resuelve este problema», explica Ricardo Baeza Yates, vicepresidente de Yahoo! Labs en Europa. Es decir, sería como enseñar a la propia Internet a interpretar y vincular la gigantesca cantidad de información que atesora, permitiéndole así comunicarla de la manera más útil e intuitiva posible. Uno de los objetivos es permitir a los usuarios comunicar con Internet usando el lenguaje natural, escrito o hablado. La idea es que preguntemos a un buscador del mismo modo que lo hacemos a un amigo o a un colega del trabajo. Para facilitar este aprendizaje a las máquinas, los programadores utilizan marcadores o tags (que técnicamente se conocen como metadatos), que hacen reconocible la información a los motores de búsqueda y otros programas de extracción. Además, se ayudan de lenguajes que jerarquizan estos datos y articulan las preguntas que podemos hacer. Aplicaciones Una de las aplicaciones más claras de la Web Semántica está asociada a los buscadores. Gracias a las etiquetas adicionales y al trabajo del software que la hace posible, esta clase de herramientas podrán contestar directamente a las preguntas de los usuarios, en vez de vomitar una pila de enlaces donde somos nosotros los que tenemos que bucear para encontrar la información deseada. Idealmente, los buscadores nos darán la información debidamente confeccionada con aportaciones de múltiples páginas. Digamos que nos interesamos por el actor Matt Damon. Pues bien, una Internet inteligente nos respondería con un documento formado por su perfil (sacado, por ejemplo, de Wikipedia), fotos y comentarios de su blog personal, vídeos con escenas de sus películas (de Youtube) y críticas de sus películas publicadas por diversos medios. Pero no queda ahí la cosa. «Si la Web Semántica fuera una realidad, deberíamos disponer de agentes inteligentes, una especie de buscadores/gestores personalizados, capaces de satisfacer todas nuestras necesidades de información», dice Rafael Pedraza-Jiménez, profesor de la Pompeu Fabra. Y es que si se cumplen los vaticinios en torno a la Web Semántica, Internet debería hacer, por sí sola, todo el trabajo. Es decir, que si le preguntáramos por un viaje a Nueva York, nos daría información de la ciudad, del tiempo y de las conexiones de transporte, pero también sería capaz de comprarnos los billetes de avión, reservarnos un hotel en el SOHO y comprarnos unas entradas para un espectáculo en Broadway. Sin ir tan lejos, la Web Semántica también posibilitará a una página reutilizar información que ya ha sido publicada en otra, pero que es pertinente. Como dice Xavier Uribe-Etxeberría, CEO de Anboto, una start-up vasca especializada en asistentes virtuales, podremos acceder a una página para comprar un coche cuyas características expuestas no provienen precisamente de esa página, y sí de otra donde la información se actualiza a cada minuto. En todo caso, por el momento la cosa va más despacio y los logros son más modestos. Los agentes inteligentes que deben buscar y juntar por nosotros la información no han funcionado hasta la fecha. «La Web Semántica hoy se reduce básicamente a la creación de sistemas de búsqueda muy eficientes para entornos muy controlados», dice Rafael Pedraza-Jiménez. Ricardo Baeza habla de los últimos avances de Yahoo! «En Yahoo! Search, el resumen de las páginas de la Wikipedia contiene el primer párrafo del artículo, la foto principal y los enlaces directos a las distintas secciones del artículo. Esto es posible porque el buscador entiende dónde comienza el artículo, qué foto es relevante y dónde comienza cada sección». Los proyectos más interesantes en el campo de la Web Semántica se pueden encontrar en el site del W3C, el consorcio que promueve estándares en el ámbito de Internet. A nivel mundial, son interesantes los trabajos realizados por la NASA y la BBC británica. En España, también encontramos iniciativas en ayuntamientos, fundaciones o bancos. El consistorio de Zaragoza implantó una herramienta de búsqueda semántica para ayudar a sus ciudadanos a encontrar más fácilmente el servicio que necesitan. Antes las búsquedas eran tortuosas. La Fundación Marcelino Botín también incorporó esta tecnología para facilitar el acceso a la información que sobre el patrimonio y la historia de Cantabria atesora. Era una información que estaba muy dispersa. Por su parte, Bankinter también se vale de esta tecnología para ayudar a sus empleados a compartir nuevas ideas. Aquellos con sugerencias que hacer tienen una herramienta que les pone en contacto con otros que han hecho aportaciones en el mismo campo. Queda mucho por hacer En cualquier caso, la Web Semántica está en ciernes, muy lejos de llegar a su madurez tecnológica y también de popularizarse. El listado de proyectos referenciados por la W3C es solo de 32, y eso en toda una década de desarrollos. «La Web Semántica no se espera para mañana, ni para pasado mañana. Siempre que se ha dado una fecha, aunque haya sido a muchos años vista, se ha incumplido», asegura Lluís Codina. Codina también dice que la confianza en las posibilidades de la Web Semántica que mostraron Tim Berners-Lee (que escribió un artículo muy celebrado titulado precisamente The semantic web, -clic para descargar-) y otros gurús en 2000 y 2001 se ha ido evaporando con los años, y ahora las expectativas son más conservadoras. Por otra parte, según algunas fuentes, solo un 5% de las páginas han adoptado RDF, el lenguaje que permite añadir datos semánticos (metadatos) a los contenidos de Internet. Pero cuidado, porque algunos consideran este dato bastante optimista. Juan Antonio Pastor Sánchez, experto de la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia y autor del libro Tecnologías de la Web Semántica, no cree que sea muy indicativo del desarrollo de esta tecnología el porcentaje de páginas web con RDF, toda vez que no es un formato pensado para su uso en páginas convencionales, que seguirán utilizando XHTML y HTML5. Además, dice el profesor de la Universidad de Murcia, un 5% puede, en realidad, no ser tan poco como parece, porque en Internet hay mucha información redundante y muchos datos tienen muy escaso interés. En este sentido, también se expresa Ricardo Baeza Yates, de Yahoo! Labs, que aclara que no vamos a necesitar que la totalidad de páginas web usen RDF, ya que no todas contienen información estructurada y en muchas predominan archivos de otro tipo, como vídeos, imágenes o sonido, que requieren otros tipos de tecnologías. En cualquier caso, en una entrevista concedida al diario El Mundo el pasado verano, Jeff Jaffe, presidente ejecutivo del W3C decía que estamos en un punto de inflexión y que la gente está por fin aprendiendo a usar e implantar estos desarrollos. Nos obstante, otros consultados no son tan optimistas.

jueves, 10 de mayo de 2012

Una red inalámbrica que le sirva a su negocio La popularidad del Wi-Fi hizo que muchos decisores empresariales creyeran que dotar de conectividad inalámbrica a sus oficinas era tan sencillo como comprar un router hogareño e instalarlo. Sin embargo, una auténtica red empresarial debe ser capaz de satisfacer necesidades técnicas y de negocios, en términos de desempeño, confiabilidad, cobertura, seguridad y escalabilidad. Estas redes profesionales pueden dar soporte no sólo a la conectividad básica, como reemplazo o extensión de la red cableada, sino también a prestaciones como voz sobre IP inalámbrica, control de acceso y hasta control de activos. El primer paso hacia su red inalámbrica empresarial es leer esta nota. La primera opción para instalar una red inalámbrica en una oficina suele ser sencilla: se compra un router inalámbrico en el supermercado o en la casa de computación, y se enchufa a la red. Cualquiera que sea capaz de interpretar las instrucciones de instalación del “wizard” de configuración puede dejarla funcionando. Estos routers son los hermanos mayores de los routers hogareños, y a menudo pueden satisfacer las necesidades de las organizaciones pequeñas, las sucursales y las oficinas de los profesionales independientes. La segunda opción es buscar a algún técnico conocido que pueda tirar algunos cables de red desde el switch, e instalar un punto de acceso inalámbrico. Si este técnico se da maña, podrá configurar una seguridad mínima, incluso podrá ingeniárselas para que la cobertura sea más o menos uniforme. Ninguna de estas opciones responde a una decisión de negocios y, de hecho, ambas ofrecen resultados pobres: redes que sólo pueden dar las prestaciones empresariales más básicas, y que a menudo son vulnerables a toda clase de intrusiones. En este sentido, y a diferencia de lo que sucede con las redes cableadas, la información de las redes inalámbricas viaja por un medio al que todos tienen acceso, por lo que la exposición a los ataques y las intrusiones es propia del sistema y es inevitable. Por otra parte, correr aplicaciones críticas o que transporten datos sensibles sobre estas redes es, cuanto menos, imprudente. El despliegue de auténticas redes inalámbricas empresariales (ó WLANs empresariales) exige la asistencia de un profesional con cierto expertise. “Ese profesional debe conocer los principios propagación de Radio Frecuencia, conceptos de antenas y, en el área de Networking, especialmente manejo de VLANs y ruteo IP”, especifica Patricio Bandurek, gerente técnico de Bug Soluciones Informáticas. Adicionalmente, debe conocer las soluciones disponibles en el mercado y cómo articularlas con las necesidades del cliente, porque en materia de redes inalámbricas no aplica aquello de “One Size Fits All”. “Lo primero que debe de hacer es entender para qué se va a utilizar esa red inalámbrica, a fin de establecer los requerimientos de performance y seguridad”, apunta Gustavo Ramón, encargado de Ventas de Viditec. “Una instalación no profesional, casi con seguridad, arrojará un funcionamiento errático en la solución, y no se lograrán los objetivos de ancho de banda requerido, cobertura y, lo que es peor, se puede comprometer la seguridad de toda la red”, advierte Bandurek. Por otra parte, resolver los problemas de una red que no fue correctamente concebida puede ser una tarea compleja. “No realizar una implementación racional de una red inalámbrica, desde el punto de vista físico, termina en que, cuando al red no cumpla los requisitos, no podamos saber por qué esta fallando ni como reaccionar, no tendremos un punto de arranque. De la misma forma en que los errores en los cables de cobre y la fibra óptica terminan impactando en el desempeño final de la red, los errores en el despliegue inalámbrico van a afectar al tráfico de datos, pero a diferencia de lo que pasa en una red conmutada, donde los errores de la capa física quedan circunscriptos al puerto del switch, en una red Wireless los problemas los pagan todos los usuarios, porque el espectro de radio frecuencia un medio compartido por todos los usuarios
Nuevo módem router 3G e inalámbrico de Huawei El módem router Wi-Fi B260a permite contar con conectividad 3G, con una velocidad de bajada de 7,2 Mbps, y de subida de 5,76 Mbps. Este equipo de Huawei apunta a proveer conectividad en aquellas zonas donde no hay cobertura de la red fija o donde está deteriorada, permitiéndole al usuario conectar sus dispositivos Wi-Fi, un teléfono analógico o una red LAN. Estará disponible a través del operador celular Claro. El proveedor de soluciones Huawei anunció el lanzamiento del módem router Wi-Fi B260a, para su disponibilidad a través de Claro. Este producto permite contar con conectividad 3G, con una velocidad de downstream (enlace de bajada) de 7,2 Mbps y upstream (subida) de 5,76 Mbps. Huawei B260a apunta a proveer conectividad en aquellas zonas donde no hay cobertura de la red fija o donde está deteriorada, permitiéndole al usuario conectar sus dispositivos Wi-Fi, un teléfono analógico o una red LAN. Gracias a este producto, además, se puede mejorar la recepción de la señal Wi-Fi ya que cuenta con la posibilidad de conectar una antena externa, convirtiéndolo en una excelente solución para brindar conectividad en zonas rurales o de escasa cobertura. El equipo funciona en las bandas de GSM/GPRS/EDGE (850/900/1800/1900 MHz) y UMTS/WCDMA (850/1900/2100 MHz), y soporta Wi-Fi 802.11b/g. Posee un puerto de conexión telefónica, un puerto LAN (para conexión con la PC), conector de alimentación y de antena. Incluye antena interna (antena externa opcional). También tiene un panel LED para indicar el estado del equipo.
La importancia de la innovación en las PyMEs Por: Omar Quiroga Muchas empresas piensan que la innovación no es algo que puedan implementar. A veces esto se debe a que no saben qué es innovar o cómo son los procesos para lograrlo. Algunas PyMEs suelen creer que determinados conceptos que maneja la jerga del management le son totalmente ajenos e inaplicables para la realidad que viven. Ante la propuesta de implementación de alguna idea que apunte a mejorar la competitividad, pero que les resulte extraña, la respuesta llega en forma inmediata: “Eso no es para nosotros”, “Somos demasiado pequeños”, “Mi empresa es muy especial” o “No va a funcionar”. Por supuesto que entre esos conceptos “extraños” está la innovación. Entonces, cabe preguntarse: ¿Es importante innovar en las PyMEs? ¿O es realmente cierto que no es aplicable en este tipo de empresas? Para responder la pregunta es necesario detenerse un instante en definir qué es y para qué sirve la innovación. En sus inicios, el movimiento hacia la innovación se confundió con la creatividad. Más precisamente con un señor creativo y bastante loco que conduce a través de diversos juegos y ejercicios a un conjunto de empleados a expresar aquellas ideas que hasta el momento no habían aflorado. Pero la innovación no es un proceso místico. Tampoco es sentarse a meditar frente al mar esperando que surja esa idea transformadora. Las actividades lúdicas y de meditación deben apreciarse, pero actualmente es muy evidente que la innovación es algo muy distinto a eso. Para ser efectiva, la construcción de esa dinámica grupal orientada hacia lo creativo tiene que encuadrarse en una planificación extremadamente rigurosa de un proceso de innovación. Esa es la única manera en que un conjunto de “ideas creativas” se puedan transformar en negocios concretos y específicos. Habitualmente suele confundirse el concepto de innovación, se simplifica en la creación de nuevos productos. Pero esa es sólo una de las formas de innovación. Y no es precisamente la más importante. No todos los tipos de innovación son iguales. Aclarando este punto, Gary Hamel establece una clasificación que determina cuatro tipos ordenados de menor a mayor importancia: • Innovación operativa: está vinculada a la búsqueda fundamentalmente de la preeminencia en la calidad de la infraestructura de los sistemas informáticos de la empresa. Son avances en hardware y software que tienden a disiparse rápidamente, lo cual significa que es muy difícil sostener este tipo de ventajas durante mucho tiempo. En este tipo de innovación encontramos un ejército de consultoras dedicadas a transferir las mejores prácticas de las empresas exitosas hacia aquellas de rendimiento discreto con el objeto de al menos ponerlas en un mismo punto de partida. • Innovación de productos y/o servicios: también es una ventaja competitiva efímera la que se consigue a partir de este tipo de innovación ya que el ritmo acelerado de los avances tecnológicos permite dejar obsoleto velozmente lo que ayer era un producto de última generación. Lo que es claro hoy en día es que los productos novedosos rara vez confieren un liderazgo duradero. • Innovación estratégica: supone modelos empresariales audaces que ponen al rojo vivo al mercado en el cual competimos. Un ejemplo emblemático es el de Ryanair, la primera aerolínea de bajo costo en Europa. • Innovación administrativa: La misma sacude el pensamiento convencional y cambia las reglas de juego vigentes hasta ese momento. Ford y General Motors alguna vez fueron pioneras en la innovación administrativa en el primer cuarto del siglo XX. Este tipo de innovación pone su acento en desafiar los retos que el futuro nos plantea y convertir la innovación en un trabajo de todos los días, creando un entorno laboral atractivo que inspire a la gente a dar lo mejor de sí mismos. En un contexto en el cual los ciclos de vida de las estrategias es cada vez más breve, quienes trabajamos desde el ámbito académico y profesional debemos desterrar la cultura de la resignación de la PyME que mencionábamos al inicio. La pequeña y mediana empresa es un emprendimiento comercial como cualquier otro. Atraviesa un momento de su ciclo de vida en el que busca su identidad, consolidar un sistema de valores y desarrollar conocimientos para mejorar su competitividad en los mercados. Para afrontar estos desafíos necesitan innovar, ya que es la única fórmula que una empresa tiene para buscar el éxito y, una vez alcanzado, sostenerlo en el tiempo. También innovar es la única manera de sobrevivir en un mundo en el que en sus mercados se pelea a todo o nada. Transformar una PyME en una empresa ágil, veloz e innovadora, significa efectuar un abordaje sistémico que nos permita otorgarle la competitividad suficiente para posicionarse en el mercado con un producto o servicio que se diferencie de sus competidores. Ello debe estar apoyado en la productividad de la PyME. La única manera de lograrlo en un contexto inestable, turbulento y cargado de incertidumbre es aplicando un proceso de innovación permanente. Se convierte así en un término imposible de ignorar en el vocabulario y en cada acción de las pequeñas y medianas empresas.