miércoles, 24 de abril de 2013

TACTICA Y ESTRATEGIA

No se deje tentar por la amplia disponibilidad de recursos y su bajo costo. Primero la estrategia y luego la táctica. Los términos de "táctica" y "estrategia" son de aquellos que alguna vez estuvieron de "moda" durante los años 80 donde la Planeación Estratégica tuvo su auge, pero que su uso común ha tergiversado el significado de los mismos. Una estrategia es un curso de acción determinado, un camino definido para obtener los resultados esperados (llamados por lo general objetivos estratégicos). La táctica consiste en allegar recursos y administrarlos de tal manera que el plan de acción se pueda ejecutar. Hace unos años, eran pocos los recursos con los que se contaba, y por lo tanto las tácticas también eran limitadas. Los objetivos tácticos implicaban obtener el mayor provecho posible de las tecnologías implementadas. Al fin y al cabo, el costo de implementar estas tecnologías era bastante alto y por lo tanto era imperante prolongar la vida útil de los mismos para que el costo periódico fuera menor. Adicionalmente, el cambio tecnológico era muy lento, podían pasar entre 18 y 24 meses para que un proveedor hiciera un cambio substancial de tecnología. Hoy aparecen recursos por doquier. Se generan nuevas tecnologías (no solo productos sino tecnologías enteras) con una rapidez impresionante, a muy bajos costos y disponibles globalmente. La implementación de las nuevas tecnologías también se hace en forma óptima y acelerada, por lo que deja de ser también una ventaja competitiva el acceso a la nueva tecnología, algo que otrora era reservado para las grandes empresas con grandes capitales. Hay de todos los "colores y sabores". Se chocan dos mundos actualmente en la oferta de tecnología: las aplicaciones gratuitas (incluidos sistemas operativos, bases de datos y programas como ERP o CRM) y las aplicaciones con costo. No se trata de discernir cual es mejor ni definir una política para manejar las alternativas, sino de establecer que el costo de acceso a la tecnología dejó de ser obstáculo para su utilización. De ahí el pecado capital. Ha hecho carrera en las implementaciones recientes que lo importante es tener la tecnología, y se hace caso omiso a la estrategia para utilizarla. Es muy fácil incluir una sala de conversación (chat) o foro en un sitio Web, sin embargo la simple inclusión no constituye garantía para que se utilice adecuadamente ni que surta el efecto. La tecnología en si misma no brinda ninguna ventaja competitiva, sino la estrategia que se implemente a través de la tecnología. Cuando se trata de diseño de sitios Web para negocios, si que se tienen sorpresas de grandes sumas de dinero invertidas en tecnologías que poco uso estratégico tiene por falta de visión al implementarlas. Una base de datos de clientes que no incorpora estrategias de actualización y verificación permanentes ó una página de noticias que se envejece sin renovación. Las aplicaciones mayores como las de CRM y SCM presentan todavía problemas de uso estratégico más notorio. Si examinamos la primera, la intención es acercarnos a nuestros clientes a través de un sistema de información que nos permita atenderle mejor, y ojalá venderle más. Sin embargo, se nos olvida que en el establecimiento de esta relación interviene no solo nuestro cliente, sino el cliente de nuestro cliente, quien en muchas ocasiones es el consumidor final. Se nos olvida establecer una estrategia para incorporar las relaciones en esta segunda escala, pero sin ellas, nuestro sistema de CRM no tiene mucha utilización. No se deje tentar por la amplia disponibilidad de recursos y su bajo costo. Es imperante que la táctica se efectúe posterior a la estrategia, y que las selecciones de recursos estén alineadas con los objetivos estratégicos.

viernes, 12 de abril de 2013

Comprando Nubes Artículos - Tecnología Escrito por Jose Camilo Daccach T. El cómputo en la nube se ha convertido en una excelente alternativa para que las pequeñas empresas puedan acceder a servicios sofisticados que hasta ahora solo habían estado disponibles para la gran empresa. Mucho se ha hablado y direccionado sobre las bondades y ventajas del “cómputo en la nube”, ventajas que con cada instalación y migración se validan. No hay dudas que el ambiente virtualizado de una “nube” permite aumentos dramáticos en eficiencia. Esta eficiencia, en conjunto con economías de escala resultan en costos operativos más bajos que lo que la mayoría de las empresas pueden obtener. Las empresas que proveen los servicios de “computo en la nube” pasan parte de este beneficio a sus clientes, dando la posibilidad de que pequeñas empresas, al igual que las grandes compañías, pueden ahorrar dinero cuando tercerizan parte de su infraestructura. Adicional al ahorro en dinero, se obtienen también los siguientes beneficios para el negocio: 1. Pagar por lo que se usa Es el primer paso a convertir la infraestructura de cómputo en un estilo de “servicio publico” como tenemos hoy la energía, el agua y el teléfono. El esquema que se estructura, por lo general incluye un costo de “alistamiento” o de instalación, y unos valores unitarios por consumo que se acuerdan entre cliente y proveedor. Esto permite que se tenga un control muy claro sobre lo que se utiliza, quién lo utiliza y qué tan eficiente uso hace del recurso. 2. Fácil escalabilidad para largo plazo Al adquirir el servicio pierde relevancia la infraestructura en cuanto a dos temáticas complejas que por lo general no se desarrollan al interior de las empresas: análisis de uso, y planeación de capacidad. La escalabilidad a largo plazo implica la aplicación de tendencias de uso hacia la obtención de plataformas que soporten el crecimiento operacional de la compañía. Con el tiempo se procesarán mas facturas, se atenderán más clientes, se tendrán más referencias, y como mínimo, más archivos históricos. Esta escalabilidad en un tercero es mucho mas sencilla que si se hace internamente en la empresa, lo que implicaría comprar equipos cuyas características mínimas sobrepasen la necesidad de la empresa puntualmente. 3. Escalabilidad instantánea para responder a picos de demanda Por lo general la capacidad se planea en las empresas para atender todo tipo de demanda. Sin embargo, algunos procesos crecen de tal forma que en los momentos de ejecutarlos, si no se tiene capacidad de cómputo suficiente, implica que algunos usuarios no puedan trabajar, o que ese proceso corra en horario nocturno, por ejemplo. Al adquirir capacidad de cómputo en la nube, es factible contratar para crecimientos temporales en la capacidad de cómputo y/o almacenamiento para atender un pico, que se puede dar por una campaña de mercadeo masivo, por ejemplo, o por un hecho de mercado inesperado. Una vez surtido el pico en la demanda, se regresa al sistema con capacidad “normal” dentro de la contratada. La escalabilidad comprende obtener mayor poder de cómputo o velocidades de procesamiento por demanda. Si necesita mas, es muy fácil decirle a su proveedor que le de mas. Eventualmente esto será también como el servicio público, donde si usted requiere mas agua, basta con abrir el grifo. Esto supone que el proveedor tendría capacidad “ilimitada” lo cual todavía no es tan cierto en el manejo de capacidad de cómputo, pero se llegará a ese punto eventualmente. 4. Libertad de la Carga Administrativa La administración de una infraestructura, si bien es un trabajo silencioso y que por lo general pasa desapercibido, es ingrata y costosa. La administración incluye desde el manejo de las copias de respaldo hasta la instalación de nuevas versiones, afinamiento de las máquinas, y monitoreo del servicio. Estas tareas por lo general pasan a estar bajo responsabilidad de quien provee el servicio, liberando al personal técnico de la compañía para tareas que agreguen mayor valor. Estas bondades permiten que todo tamaño de empresas puedan aprovechar funciones que solo estarían disponibles para empresas muy grandes, como el manejo de redundancias, protección contra fallos, copias de respaldo, y herramientas administrativas. El aprovechamiento de estas ventajas parte de una buena selección del proveedor de su nube.